La Arquitectura Popular
Dentro de la arquitectura popular del ayuntamiento, el molino representa un papel significativo. Su funcionalidad económica es evidente, el grano fue la base de la economía tradicional y la finalidad fundamental de estas construcciones fue precisamente la de moler el citado grano.
Pero su importancia también estriba en todo ese gran mundo de costumbres y folclore que se desarrolló alrededor de él. El molino siempre fue un lugar de relaciones entre los vecinos, puesto que cuando acudían para moler se reunían y muchas veces, se quedaban de fiesta, cantando y bailando. «Estas molinadas» eran normalmente por la noche y tuvieron un sentido de reunión festiva.
Actualmente estas costumbres desaparecieron y el molino solo cumple su función practica, en los raros casos que siguen en funcionamiento.

Las características geográficas de Outeiro de Rei posibilitaron su proliferación alrededor de la importante red fluvial existente en el municipio.
De los ríos y los regatos surgen los llamados molinos de agua o de riego. Entre ellos podemos destacar el Molino del Puente, sito en el barrio de A Ponte, parroquia de Santiago de Gaioso, al pie del río Ladra; El Molino de Santa Isabel, sito en el margen izquierdo del río Miño, en el Campo de Santa Isabel (San Juán de Outeiro de Rei) y que fue construido en el año 1898; el Molino de Felpás sito en Santa Mariña de Outeiro de Rei, en un estado de conservación regular y el molino de Ximarás que situado en la parroquia de Paz y el único molino del municipio que en la actualidad está en funcionamiento.



Podemos también incluir en este capítulo el palomar, este tipo de construcción destinada a habitáculo de las palomas no destaca precisamente por su abundancia, pero si por su belleza. Así podemos citar el Palomar de Guillar, cualificado en la Enciclopedia Galega como -…uno de los más bonitos…- de Galicia. Construído sobre una pequeña roca en la misma cuneta de la carretera general que va de Lugo a Coruña, aproximadamente hace medio siglo.

Más antiguo parece ser el palomar sito en Taboi, formando parte, a modo de pequeña torre defensiva, del palacio de Guevara, aún que se sitúa fuera del recinto amurallado.
Otro ejemplo de palomar, lo tenemos en Felpas (parroquia de Santa Mariña de Outeiro de Rei), en la conocida como Casa del Rey.

Junto a estas dos construcciones, hórreos, pajares y alpendres, aparecen esparcidos por las tierras del Municipio, formando parte, en muchas ocasiones, de las casas de labranza y dejando claro que Outeiro de Rei fue y aún es tierra agrícola.

Unas casas de labranza que presentan dos grandes tipologías, condicionadas por el material empleado en su construcción. Así a la izquierda del Miño, y en las partes más llanas, abundan las casas de piedra de losa, alargadas, con planta alta y baja. En el resto del territorio del ayuntamiento, predominan las casas más cuadradas, de cantería. Conviviendo, cada vez más, unas y otras, con las construcciones modernas.